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Realmente estoy Mamao: Si no hay conciencia individual de la cultura, no habrá responsabilidad colectiva.

A la administración de la Gobernación del Cauca, como sus antecesores, no les ha interesado establecer políticas culturales, por ejemplo, como la del ciudadano cultural. Ellos como buenos políticos saben crear una cortina de humo como pan y circo a lo romano.

Es la traducción de una locución latina que describe la práctica de un gobierno que, para mantener tranquila a la población u ocultar hechos controvertidos, provee a las masas de alimento y entretenimiento.

La democracia necesita ciudadanos culturales, es decir, activos y responsables.

Cuando un pueblo tiene buenas costumbres, las leyes son sencillas y por mas malos que sean sus gobernantes trabajan en comunidad.

Las costumbres son conductas repetidas que se transforman en hábitos y se ejecutan de modo irreflexivo como si fueran parte de nuestras vidas. Y si son buenas, doblemente mejor. Este concepto de costumbre, mutatis mutandi, es lo que hoy comprende una expresión de la cultura.

Lo que hacemos como caucanos se aleja de tener la condición de ciudadano cultural, y ese es nuestro comportamiento como comunidad.
Definitivamente para poder salir de este laberinto debemos entre todos crear un nuevo sistema para generar una nueva cultura y construir paradigmas con nuevos hábitos y comportamientos.
Esto llevará varias generaciones y para empezar debemos romper el inmediatismo el egocentrismo que da vida al monstruo del individualismo, otras característica que poseemos así como lo realizado una colega que por su condición de jefe de prensa degradando de nuestro medio de comunicación por que no aplaude las burradas de su jefe. Definitivamente la ciudadanía cultural no la tenemos. .
En el Cauca pasa de todo y a nadie le importa. Vivimos en una violencia diaria, las muertes y violaciones son el pan de cada día y es aceptado por todos, al menos, lo deduzco del silencio y de su complicidad por su beneficio particular así perjudique a otros. Y nos quejamos de las protestas de Reimundo y todo el mundo.
Los caucanos (salvo escazas excepciones) tienen un cáncer social innato, que hace parte de nuestro genoma fuente de miseria, hambre y la desesperación por el dinero, porque ven en la corrupción la solución de sus problemas económicos. En nuestra ciudad el vivo vive del tonto. La ley del avispado.
El caucano no ve más allá de sus narices y no ve que ser ético es una forma de ganar, en la familia, la amistad y en la empresa o negocio.
El Cauca es un departamento, que son corregimiento, que tristemente son municipios que son pueblo, con una mentalidad de pordioseros y de perdedores.

Donde el trabajo Dios lo hizo como castigo y donde Dios proveerá, la forma de solucionar la problemática que tengan. Tenemos una cultura llena de antivalores y los políticos de turno (no lideres) les importa un pepino, mientras sigan ganando y los entes de control se desaparecen en ese mundo de pus.

En el Cauca todos sabemos quién es quién. Por ello sabemos cuándo alguien se enriquece, pero nos quedamos callados. Compran casas costosas, compran carros de alta gama, pero son tratados como caballeros o damas que entraron al grupo social selecto y el respeto lo ganaron con dinero mal habido, pero todos mudos, porque en el fondo quieren hacer lo que ese “man o mana” hizo.
Nadie se enriquece trabajando honradamente, este es un dogma, que no amerita discusión alguna y los pocos que trabajan con esfuerzo son vistos como bichos raros .
En el Cauca sea trabajador privado o público por cumplir sus funciones siempre esperan la coima y están convencido que están haciendo un favor.
Manda huevo, pero de avión. Todos los valores se han ido por el retrete. Y luego nos damos golpes de pecho, ¡Dios mío porque nos mandaste el Covid! El caucanos va a misa o culto (algunos, no todos) porque cree que el que peca en pata, si claro. Haga fila que lo está esperando con la paila en los mismos infiernos. Y con el ejemplo enseña, los hijos aprenden ese comportamiento de los padres.
Y las autoridades, esas personas que tienen poder por un papel o porque portan un arma, nada de nada. No se diga más. Todo se soluciona con billete. Hay tantos casos que conocemos. Bueno en el fondo yo también hago parte de esos indiferentes que permitimos que los bellacos hagan lo que quieran. Bueno, en mi defensa, es que al miedo no le han puesto pantalones. Defensa de tontos, pero bueno.
En el Cauca, nadie es nadie han hecho nada por los jóvenes, ni siquiera las entidades y servidores públicos que les pagamos con nuestros impuestos para que piense en estrategias y las ejecuten para que la juventud coja el buen camino y si no salen como payaso de circo a bailar delante de sus alumnos demostrando que nada importa y que la forma que las cosas se consiguen así sea a la fuerza. Rico cuando le pagan por no trabajar. Donde están los controles. Mi mamá dice desde que la sal se corrompa…
Reitero, el Cauca, cual me ha permitido hacer empresa, la que me adopto y amo, es un pueblo donde la gente no hace ni dice nada y su silencio es cómplice. Grave. No es momento de buscar culpables. Pero nosotros, el pueblo, nosotros, somos culpables y no tenemos perdón de nadie y menos de ninguna deidad.
Elegimos políticos que no son líderes y que no quieren a Cauca, el ejemplo es patente con las pasadas elecciones las cuales muchos ayudamos a esos zánganos que ahora se pavonean con los cargos a sus parientes y dejan que aquellos en los confiaron sigan comiendo la boñiga que pensaban cambiar porque creyeron en ellos. Solo tienen en la mente un objetivo y no es precisamente, el progreso del Cauca, tan solo en llenar sus bolsillos.
Los caucanos y los que quieren esta linda tierra donde han vivido y viven rezan y quieren ponerle fin a todos los males que nos aquejan, pero tenemos un problemita y es la mediocridad.
Necesitamos sangre nueva y nueva es nueva, un líder que acabe con el cáncer social y renazca un nuevo departamento. El cambio debe ser radical, nada de aguas tibias. Seamos avispas. Tenemos el poder y tenemos la responsabilidad, es nuestro departamento, Cauca, donde nos parieron, adoptaron o vivimos.
¿Qué pensarían ustedes de quien insulta, roba o maltrata a su propia madre? Esa es nuestra verdad y la realidad que nos está tocando vivir.
La solución de la problemática que vivimos en el Cauca está en el hogar, no en la familia. En el hogar hay amor, la familia es una sumatoria de padres e hijos sin convivencia filial. Una forma sin fondo. Pero, para que el hogar sea la clave, es necesario formar e instruirlos porque se requiere una estrategia cultural con una finalidad que busque construir paradigmas positivos para cambiarlos por los negativos, que tenemos y hemos heredado como una mala tradición. Nuestra herencia cultural, no toda fue buena.
Esto no me lo contaron. Me mamé., lo vivo en carne propia todos los días, por lo tanto no puedo ser irresponsable y hablar sin una fuente de información confiable; y ese soy yo mismo. Busco ser lo más objetivo dentro de mi subjetividad como hijo adoptivo del Cauca de Ancestros de esta tierra de Presidentes, orgulloso de mi hermosa tierra, mi linda y bello terruño.
Si no hay conciencia individual de la cultura, no habrá responsabilidad colectiva.
Es el momento de cambiar y demostrarle al mundo que el Cauca podemos salir adelante , siendo el mejor departamento del Colombia , Viva el Cauca!!

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