Internacional
Realmente La Verdadera Paz la Haces TU!!!

No entiendo por qué todos creemos que la paz, de la cual se ha venido hablando, está relacionada con la firma de un documento; y creemos estar convencidos de que con esa firma, con algunos acuerdos y demás actos pertinentes al acto de finalización de conflictos, la paz para este país ya es página pasada. Nada más lejano a la verdad.
La paz no se hace así. Jamás sería conseguida de esa manera, porque si hay paz debe empezarse por lo más sencillo y elemental: con nosotros mismos. Siéntese, tranquilo, a esperar que la paz le caiga del techo; y a que en las regiones de Colombia esa palomita pase y deje la estela de amor en los predios, en las regiones, en los montes o en las ciudades.
Creo, sinceramente, que la paz de este y de cualquier país es un componente de muchas cosas. No habrá paz mientras la sociedad no cambie, y cambiar no es aceptar lo que nos digan, cambiar es de verdad, cambiar; entregarse a una lucha tenaz por ser mejor ser humano, más serio, mejor papá, mejor jefe, mejor marido, mejor amigo.
No podrá haber paz en este país, mientras se sigan irrespetando los derechos de los seres humanos, a los animales y los derechos de los niños.
No podrá haber paz, mientras no se cambien los actos irresponsables de las personas. Sin empleados responsables, sin patrones cumplidores, que paguen lo justo; sin profesores que eduquen, sin alumnos que sean buenos receptores, no habrá paz.
No podrá existir paz, sin matrimonios bien estructurados, con principios y sin falsedades. La paz es un compromiso de todos, no de algunos agentes.
Núcleos familiares responsables, familias que aprendan a compartir; sin generosidad de nuestra parte no habrá jamás paz.
La paz se fomenta con la ayuda generosa. Hay que comprender a los seres humanos. Es necesario ayudar más, evitar que el hambre se anide en las familias. No habrá paz, sin que los niños reciban una correcta alimentación; hay que quitar de una vez por siempre ese malévolo abuso, que se hace a los ojos de todo el mundo, y el mundo no dice ni mú.
Somos simples espectadores de la injusticia y queremos que haya paz en nuestro entorno.
Jamás habrá paz sin que se quiten los rencores de encima, pero no los rencores contra los grupos alzados en armas, sino esos rencores cercanos, de familias, de hijos contra padres, de guías espirituales contra las comunidades. Esa explotación absurda de la fe, ese creer que Dios es el culpable de todo.
Ese no asumir responsabilidades y reconocer nuestras propias falencias. No tendremos paz, mientras de la conciencia colectiva no se quiten los miedos, los absurdos generacionales; necesitamos que la paz no se convierta en el estar agazapados y tratar de coger a la presa, como lo hacen los felinos.
Se necesitan hombres y mujeres para una sociedad distinta.
Núcleos familiares más seguros, hijos más comprometidos, profesores mucho más responsables.
Tienen que acabarse la explotación ideológica, el miedo a la espera, el miedo al mañana.
Necesitamos esa paz que permita estudiar mejor, con instituciones de precios razonables para que la totalidad de los jóvenes puedan prepararse y capacitarse. Más sitios de descanso con la posibilidad de poder ser pagados por las familias.
Paz para todos, pero una paz segura que parta de nuestro propio interior.
Ese Yo que despierta y dice: ¡Yo puedo! ¡Yo soy capaz! Yo aportaré lo que me corresponde.
¿Para qué y por qué esperar que los demás lo hagan todo? Si piensa así, amanecerá, pero jamás veremos a un Cauca y la Colombia en paz que todos anhelamos
Bendiciones para tod@s y no olvidemos la verdadera Paz ERES TU , SOMOS TOD@S …