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Recibirán agua potable 300 familias wayú

Se inauguró una planta desalinizadora en la Guajira.
La mayoría de sus habitantes, carecen del preciado líquido, en especial los indígenas Wayú que habitan en los sectores más apartados de la Alta Guajira, son comunidades que viven en la extrema pobreza.
Para los habitantes de esta apartada y desértica región del país, tener acceso al agua potable es casi una utopía, en contraste con el extenso mar caribe que bordea la mayor parte de la península de La Guajira, según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), de los 957.727 habitantes el 44,6 % tiene necesidades básicas insatisfechas y la mayoría de las familias se abastece de agua insalubre que recogen en lo que ellos denominan “jagüey”, que es una especie de zanja o depósito de agua superficial en la que almacenan la escasa agua lluvia que cae sobre ese Departamento durante el año.
Así las cosas, la mayoría de los habitantes de La Guajira, carecen de agua potable en especial los indígenas Wayú que habitan en los sectores más apartados de la Alta Guajira. Estas comunidades viven en la extrema pobreza y han sido durante décadas relegadas de la mirada del Estado. A lo anterior se suma que no tienen garantizados varios de sus derechos fundamentales enmarcados en la Constitución, ni tampoco cuentan con acceso a agua apta para el consumo humano, la poca que reciben, llegan eventualmente de las brigadas que realizan ong´s y empresas privadas, quienes donan el líquido vital en bolsas, galones e incluso en carrotanques.
Otra de sus problemáticas tiene que ver con la desnutrición que ya ha cobrado la vida de 154 menores de edad, en los últimos cuatro años según el Ministerio de Salud. La disminución de estas dramáticas cifras, se han convertido en un reto para fundaciones como Mujer y Hogar entre otras organizaciones que decidieron trasladar sus esfuerzos a la Alta Guajira.
La Fundación se trasladó de Bucaramanga a las comunidades indígenas Wayú de la Alta Guajira, con un amplio despliegue de actividades que han beneficiado a más de 2000 indígenas, a través de la entrega de mercados, agua, ropa, juguetes, el suministro de refrigerios, almuerzos, entre otros beneficios como las brigadas de salud.
Las ayudas no cesan: son pequeños milagros para calmar la sed en la Alta Guajira
Conscientes de la importancia de tener acceso al agua potable, la Fundación Mujer y Hogar gestionó recursos por $241 millones de pesos para poner en marcha el proyecto un denominado “Gota a Gota el agua se agota” que beneficiará 17 rancherías de la Alta Guajira, mediante la instalación y puesta en marcha de una planta desanilizadora de agua, que permitirá el suministro 8000 litros diarios de agua potable a más de 2000 indígenas Wayú.
Para hacer realidad este reto Mujer y Hogar, bajo la dirección de Omaira Buitrago, participó en la convocatoria hecha por Populorum Progresio, ong del Váticano, a la que se presentaron 125 propuestas de Colombia, quedando el proyecto de la planta desanilizadora dentro de los 5 finalistas, siendo posteriormente la ganadora de 20.500 euros.
Los recursos restantes para cubrir los costos de este ambicioso proyecto fueron aportados por empresas colombianas entre las que se encuentran la Fundación Mujer y Hogar, Easy Way, Grupo Planeta Ambiental, Electrouniversal y Universidad de Santander, UDES.
Por tercer año consecutivo, la Fundación Mujer y Hogar, se trasladó hasta la Ranchería La Playa de La Alta Guajira con más de dos toneladas de ayudas, entre mercados, agua, ropa y regalos, donaciones de empresas colombianas benefactoras como: la Universidad de Santander – UDES, Defender Ltda. Imagen Group, Viajando.com, Banco de Alimentos, Cajasan, Electro Universal, restaurante la Chispa al Rojo, Banco Bogotá; entre otras organizaciones, personas benefactoras y voluntarios que donan su tiempo y trabajo en la atención de esta población.
“Normalmente el reglamento de agua y saneamiento básico le da una dotación de agua a las personas entre 120 y 150 litros de acuerdo al clima, pero en esta región el uso del agua es distinto, ya que aquí no sobra agua, pero agua salada y esa agua la usan para el sistema sanitario y para otras cosas, esta agua va ser únicamente para consumo, para beber, para aseo personal, para elaborar los alimentos y para hidratación. Según la Organización de las Naciones Unidas, ONU, el mínimo vital de agua para un ser humano son 35 litros al día, con eso estamos calculando 50 litros diarios por persona para estas comunidades, lo que nos permite abastecer de agua potable a unas 300 familias”, explicó Manuel Epalza, microbiólogo de la Universidad de Santander, UDES.
Usted también puede aportar como voluntario, con recursos económicos o mediante la donación de elementos como mercados, agua y ropa, entre otros. Para ello puede acudir a la sede principal de la Fundación Mujer y Hogar, ubicada en la Calle 91 No. 24 – 117 Diamante II o comunicarse a los teléfonos 6313928 y 6316738.