Robin Vadakkumchery fue declarado culpable este sábado por el crimen que se conoció después de que la víctima diera a luz a un niño en febrero de 2017.
Basándose en la falta de pruebas, el tribunal absolvió a cuatro monjas, un sacerdote y un empleado de un orfanato que habían sido acusados de tratar de esconder el caso y proteger al cura, una figura influyente en la parroquia.
Una organización de derechos de los niños había revelado a la policía el parto secreto de la joven, lo cual condujo a la detención del sacerdote en febrero de 2017 en el aeropuerto de Cochin, justo antes de tomar un vuelo a Canadá.
Pero durante la investigación, la mayoría de los testigos cometieron obstrucciones, con el fin encubrir al sacerdote.
“Casi todos los testigos independientes no fueron cooperativos y nos hicieron difícil proporcionar pruebas sustanciales para contrarrestar” cualquier argumento de la defensa, dijo el inspector Sunil Kumar, que estuvo a cargo de la investigación.
Incluso el padre de la víctima afirmó que había sido él y no el sacerdote quien había violado a la niña, mientras que la menor le dijo al tribunal que estas relaciones se habían sido consentidas y que ella era una persona adulta en el momento del crimen.