El que se esperaba como el partido para iniciar con pie derecho el Mundial Rusia 2018, se convirtió en la debacle total para Colombia que no se encontró con su mejor fútbol, ni individual ni colectivo, durante los 98 minutos que duró el cotejo.
El balón rodó tras el pitazo inicial y vino el primer error de Colombia en una mala entrega de la pelota. Bueno, a serenarse muchachos que esto aún está largo. No se serenaron.
Dos minutos y medio de partido vino el yerro defensivo que cambiaría todo para Colombia y que hizo que el andamio se derrumbe y allí empezó el sufrimiento que terminó con una dolorosa derrota a manos de los nipones que no esperaban su día de gloria.
Fue el peor partido de Colombia en la era Pekérman. Justo en pleno Mundial. La expulsión tempranera de Carlos Sánchez hizo que el libreto establecido quedara inútil y era necesario improvisar de urgencia, pero el mazazo propinado por la tarjeta roja, el panal en contra y el primer gol de Japón, fue tan fuerte que en el banco y en la cancha todos se demoraron en reaccionar.
El entrenador José Pekerman barajó su paquete de cartas de forma rápida para darle a su equipo una oportunidad de superar su desventaja numérica y volver al juego. Lo logró, pero no alcanzó.
El luchador Falcao
El que más luchó por cada balón, fue el capitán de Colombia, Radamel Falcao García, recibió la falta que originó el gol con el que Juan Fernando Quintero empató antes del descanso.
Japón dominó la segunda mitad. Creó una serie de oportunidades antes de que Yuya Osako aprovechara la falta de marca de Santiago Arias y metiera la cabeza para impactar el balón y sembrar a Colombia.
Ese segundo gol acabó con la ilusión de una Colombia que había logrado equilibrar el partido con un hombre menos y aunque ya en cancha estaban James Rodríguez y Carlos Bacca, se perdió el duelo.
Si la alineación fue la correcta, si los cambios fueron los que pedía el partido y si el planteamiento, luego de la expulsión de Carlos Sánchez, fue bueno o malo, eso lo sabrá dilucidar y explicar el cuerpo técnico que es el que posee toda la información.
El fútbol es muy fácil desde afuera y frente al televisor. Otra cosa es estar adentro de la cancha. Ahora a replantear. Esa página ya se pasó y quedan dos más para sacudirse de este mal rato y volver a la senda que permita sumar los seis puntos ante Polonia y Senegal, porque otra cifra no sirve para estar en la fase de octavos del Mundial.
