Hace treinta y ocho años (38), bajo el gobierno del expresidente Virgilio Barco Vargas (1986-1990) se creó en la Cámara de Representantes de Colombia la primera comisión de paz compuesta por los parlamentarios Diego Montaña Cuellar, de Bogotá; Luis Eduardo Córdoba Barahona, del departamento de Nariño; Jesús Antonio Carvajal, del departamento del Cauca; Miguel Motoa Cure, del Valle del Cauca; Hernán Mota Mota y Rafael Serrano Prada, del departamento de Santander, para buscar una solución jurídica y política al conflicto armado en Colombia.
De tiempo atrás, otras guerrillas campesinas de las autodenominadas ‘Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia’ (FARC), creadas por Manuel Marulanda Vélez, alias ‘Tirofijo’ y Luis Antonio Morantes, alias ‘Jacobo Arenas’, localizadas en la Cordillera del Sumapaz; venían creando agrupaciones de estirpe comunista, producto de la discriminación política que marcaban los partidos históricos, agrupados en el liberalismo y en el conservatismo. Las FARC contaban con un brazo político representado por el periódico ‘Voz Proletaria’ que dirigía Manuel Cepeda Vargas.
El vocero político de las FARC y su principal inspirador fue el santandereano Luis Antonio Morantes, que soñaba con una revolución agraria alrededor de la propiedad de la tierra en Colombia. Morantes había sido presidente del Sindicato de Pescadores de Barrancabermeja y asesor clandestino de la Federación Santandereana de Trabajadores –FESTRA. Las guerrillas de las FARC fueron unas guerrillas de estirpe campesino, mientras que las guerrillas del autodenominado ‘Ejército de Liberación Nacional’ fueron una agrupación insurgente creada por estudiantes de la Universidad Industrial de Santander, que luchaban por conseguir la autonomía universitaria, dentro de la filosofía por la ’Toma del Poder’ que inspiraba el líder estudiantil Jaime Arenas Reyes.
El ELN mantenía una poderosa red urbana en las ciudades de Bucaramanga y Barrancabermeja (con el apoyo del sindicato petrolero), que hizo su primera incursión en Simacota (Santander) en enero de 1965. Allí sería su bautismo de fuego, encabezada la toma por Fabio Vásquez Castaño, Víctor Medina Morón, Ricardo Lara Prada (estudiante de bachillerato del colegio Santander), la célebre ‘Mona Mariela’, Iván Calderón Tarazona y otros muchachos que tenían sueños revolucionarios. El asalto al tren de la empresa de los ferrocarriles nacionales de Colombia en Puerto Parra, (Santander) en 1967, para filmar el acontecimiento. Era comandante de la Quinta Brigada el señor Coronel Álvaro Valencia Tovar quien tuvo que enfrentar al ELN desde las primeras tomas guerrilleras que se produjeron en este departamento. De la primera generación de combatientes del ELN solamente quedan Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino; Antonio García, actual comandante general y alias ‘Pablo Tejada’, un profesor del colegio Camilo Torres, de San Vicente de Chucurí, que se enroló en la lucha revolucionaria cuando ejercía el magisterio en esa población santandereana.
Este grupo armado ha desperdiciado muchas oportunidades y ha sacrificado numerosas vidas de personas inocentes, sin haber podido coronar su sueño de llegar al poder en Colombia. Miles de fusilamientos, secuestros, extorsiones, voladura de oleoductos, asaltos a cuarteles militares y de policía, dejan ríos de sangre que han estremecido al país, como el asesinato de los veintidós estudiantes de la Escuela de Policía General Francisco de Paula Santander en Bogotá, un vergonzoso acto de violación del derecho internacional humanitario, que degradó el conflicto armado en Colombia y que desacreditó a esta gavilla de terroristas, que se consideran ‘guerrilleros de mejor familia’, porque han ejecutado crímenes de lesa humanidad, que han cerrado las puertas a todo tipo de acuerdos de paz.