SI SEGUIMOS ASÍ, NOS LLEVARÁ DE NALGAS PARA EL ESTANCO, DEFINITIVAMENTE DEBEMOS CAMBIAR HASTA EL CONCEJO DE POPAYAN

Tan importante como no equivocarse en la escogencia de un alcalde es no embarrarla a la hora de elegir el concejo que lo acompaña y que tiene como función controlar y aportar para que este primer cargo vaya por buen camino.

Un hecho que por pereza casi siempre evitamos y por eso aquí nos va como nos va.

Peor aún si los alcaldes, se han convertido en supuestos rehenes de los concejales que sólo piden puestos y contratos como sucedió con muchos de esos que enriquecidos y todavía con ganas, solo han servido para que Popayán se encuentre en uno de sus peores momentos, una luz de esperanza que se apagó sin haber culminado el periodo.

Si tenemos en cuenta que además de la aprobación de los planes de ordenamiento territorial, los concejos intervienen en la definición de sobretasas, valorizaciones, aprueban los presupuestos y autorizan el endeudamiento municipal, también han debido, estos Concejales, ejercer un objetivo y no interesado control político frente a esos alcaldes, cosa que no sucedió porque como los estaban “ordeñando” pasaron de agache y frito el pollo, hicieron el gran negocio y nos “jodieron” y lo que es peor quieren seguir con el pezón a flor de labios. Nada más faltaba.

Por todo lo anterior, ciudadanos, ha llegado el momento de hacer una sensata reflexión, y es como exigirle a los partidos políticos que armen sus listas al Concejo descabezando a todos esos que con “rabo de paja”, el pueblo mandará para el “carajo” y con justa razón.

Finalmente tanto ustedes como nosotros y todos como ciudadanos, ojalá en una próxima oportunidad, antes de estarnos quejando por la anarquía, falta de planificación, desorden, inseguridad y degeneramiento de Popayán , pensemos primero a qué clase de concejales y qué tipo de alcalde elegimos y después sí poner el grito en el cielo.

Todo lo contrario será seguir de nalgas para el estanco. Y no se diga más.