En un mundo cada vez más digitalizado, la innovación y los avances tecnológicos se convierten en elementos esenciales para el crecimiento empresarial. Resulta inconcebible que aquellos en posiciones de liderazgo no tengan la tecnología como parte de su ADN.
Hoy en día, la toma de decisiones respecto a nuevas inversiones se define por la cantidad de información recopilada desde diversas fuentes, incluyendo datos sobre proyectos previos y casos de negocio, que derivan en un resultado que está mediado en buena parte por la tecnología. Esto es evidente en los equipos comerciales, que emplean el análisis de datos, proyecciones de demanda, perfilado de clientes y soporte, así como en aquellos encargados de optimizar operaciones de producción o mejorar la conexión con proveedores para una distribución más eficiente.
El dominio tecnológico se ha convertido en un requisito fundamental en las organizaciones, un aspecto comprendido por los presidentes o CEO (Chief Executive Officers). Estos líderes no solo se rodean de expertos en TI, sino que incorporan la tecnología como un componente esencial en su proceso de toma de decisiones.
Un estudio reciente de la consultora IDC revela que, en los últimos 12 meses, los CEO han acelerado los procesos de transformación digital, involucrando a los directores de tecnología en decisiones cruciales. A pesar de que el 89% de las compañías está inmerso en algún tipo de transformación digital, solo un tercio de ellas considera haber logrado el valor financiero esperado al inicio de dichas acciones.
Entre los desafíos más notables de la digitalización para los CEO se encuentra la comprensión de cómo la tecnología crea valor para la organización y promueve nuevos negocios. Como destaca el Foro Económico Mundial, la tecnología siempre ha sido esencial para crear mayor valor para el cliente a menor costo. Pero en la práctica, a las empresas a menudo les cuesta retener las ganancias de sus avances digitales y, más aún, les cuesta entender cómo pueden trasladar estos beneficios a sus clientes.
Además, la gestión eficiente de los recursos, especialmente en Tecnologías de la Información, sigue siendo un aspecto crítico. La escasez de talento digital, combinada con un plan estratégico ineficaz, puede obstaculizar las transiciones digitales exitosas. Los CEO deben tener claro que los procesos de transformación digital requieren un presupuesto e inversión a largo plazo.
De igual manera, la ciberseguridad emerge como otra preocupación crítica para los CEO. Más allá de conocer cada amenaza presente en la red, los líderes corporativos necesitan comprender el marco de seguridad integrado que debe establecerse dentro de la organización, así como las medidas para proteger los datos críticos de la empresa.
Así las cosas, los desafíos para los CEO en medio de la digitalización son intrincados y exigentes. Cultivar una cultura competente en materia digital, invertir en una gestión eficiente de TI, presupuestar de manera inteligente, fortalecer la ciberseguridad y agilizar procesos son fundamentales. Afrontar estos desafíos de manera directa dará forma a un
futuro digital en el que las empresas sean más productivas y cuenten con líderes cada vez más capaces de moverse en comodidad de las economías, cada vez más digitales.