Internacional
¿Uribe y Pastrana comenten el mismo error de Piedad Córdoba? Traición a la patria

El 12 de abril de 2010, el entonces Procurador General, Alejandro Ordóñez Maldonado, abrió pliego de cargos contra la entonces senadora liberal Piedad Córdoba Ruiz, por supuesta “traición a la patria”. Para el hoy precandidato presidencial, había pruebas que la senadora “usa la ayuda de gobiernos de otros países para buscar un nuevo gobierno en Colombia”.
Ordóñez hizo alusión a los constantes viajes de la entonces congresista a Venezuela y a otros países del continente y a Europa, donde –a criterio del entonces funcionario- se fueron a conducir por cuenta propia las relaciones exteriores de Colombia.
El entonces procurador le formuló pliego de cargos al considerar que Piedad, cuyas gestiones permitieron la liberación de una docena de secuestrados ‘canjeables’, se “extralimitó en sus funciones (como facilitadora del regreso de los secuestrados), colaboró y promovió a las Farc”.
Incluso, el propio Luis Guillermo Vélez Cabrera, quien se desempeñó como Superintendente de Sociedades en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, un año antes que la Procuraduría elevara pliego de cargos a la congresista, dijo en una columna de opinión que “una política exterior exitosa requiere como prerrequisito un consenso interno mínimo. Este debe comenzar por el Congreso, en especial la Cámara Alta, la cual tiene las prerrogativas constitucionales relacionadas con el frente externo”, al referirse a las “acciones humanitarias” de la señora Córdoba, aduciendo que esto trajo consigo que “Chávez aprovechó el papayaso para recular del retiro del embajador y proponer las bases para la paz (…) la paz en Colombia será una política de estado de Venezuela”.
El enojo del entonces gobierno de Uribe estaba basado en las declaraciones que la entonces congresista hacía el Presidente en los países visitados, sobre el peligro de su “seguridad democrática” y sobre las acciones contra los defensores derechos humanos y la posible alianza de éste con los grupos paramilitares.
Esta tarea de “desinformación” de la parlamentaria, junto con otras supuestas pruebas –que ocho años después se cayeron- llevaron a la Procuraduría a sancionarla y a inhabilitarla, generando un fallo por cargos como “colaborar con las Farc”, “intentar fraccionar la unidad nacional”, “instigar a esa guerrilla para que sea hostil con los partidos políticos”; y “aconsejar a las Farc” en el manejo político del intercambio humanitario, costándole su carrera política.
¿Uribe y Pastrana también son “traidores?
La reciente reunión de los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana con el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado controversias políticas. Quienes están del lado del proceso de paz rechazaron la visita argumentando que se pone en jaque unos diálogos que están terminando con más de 50 años de conflicto armado.
Y, aunque muy poco se sabe acerca del encuentro, Uribe lo describió como “social” mientras que Pastrana dijo que había sido una “muy franca conversación sobre problemas y perspectivas de Colombia y la región”.
Lo otro que también ha sido cuestionado es el contenido de la carta que el mismo Uribe le hizo llegar a los congresistas de los Estados Unidos. En términos generales, el expresidente repite lo que ha sido su discurso en los últimos meses, pero el documento puede tener eco en un escenario que él sabe manejar: el Partido Republicano.
Uribe firma la carta como “expresidente y actual senador”. La tesis principal es que Colombia, “desde mi perspectiva”, tiene múltiples vínculos con la Venezuela de Maduro. Cita ocho puntos. 1) La producción de drogas ilícitas. Asegura que después de estar en 42 mil hectáreas, el país aumentó a 188.000. “Nuestra economía no está en recesión por esta plaga del narcotráfico”, sostiene. 2) La prohibición de la fumigación con glifosato que, según él, es la causa de esta tendencia y es culpa de las Farc. 3) La impunidad en la justicia para las Farc que perdonará los más graves crímenes. 4) La “sustitución de la constitución” por el Acuerdo con las Farc. 5) El “conejo” al plebiscito pues el gobierno no hizo cambios sustanciales para el segundo documento y luego lo ratificó en el Congreso. 6) El camino a ser como Venezuela por la desprotección del sector privado. 7) La limitación del acuerdo de paz a esa inversión. 8) La negativa de las Farc a devolver las armas y los niños que han utilizado en el conflicto armado.
Uribe cierra su carta diciendo que “no podemos separar el caso de Venezuela de nuestra riesgosa situación. Chávez y Maduro han apoyado el terrorismo en nuestro país. Las Farc y el ELN han sido protegidas en Venezuela…”.
No es la primera vez que Uribe y Pastrana, algunas veces juntos y otras veces por separado, se han convertido en los “cancilleres de la oposición” en el exterior, dejando en duda la legitimidad de los acuerdos de paz, hablando pestes del gobierno y argentando violaciones a la ley y contra la oposición; paradójicamente lo mismo que hacía Piedad Córdoba pero en ese entonces contra el gobierno de Uribe.
Y paradójicamente también, el primero que celebró ese encuentro de Uribe y Pastrana con Trump fue Alejandro Ordóñez, quien con un mensaje de twitter dijo: “Esperanzadora reunión entre Trump, Uribe y Pastrana, Santos no hará lo que se le venga en gana”. Ordoñez, al estar encampañado, se le olvida que hoy echa voladores por lo mismo que sancionó a una congresista.
Las críticas no se hicieron esperar
El jefe del Partido Liberal, Horacio Serpa, rechazó tajantemente el encuentro y señaló que Trump está más del lado de la guerra que de la paz: “Si Trump recibió a Uribe y a Pastrana antes que a Santos, es que el Presidente gringo está por la guerra en Colombia. Nadie lo dude”.
El senador del Polo Democrático, Iván Cepeda, pidió analizar si la reunión de Trump con los expresidentes Uribe y Pastrana se puede calificar como “traición a la patria”. En ese mismo tono se pronunció la representante liberal, Olga Lucía Velásquez quien se sumó a la tendencia en Twitter #UribeyPastranaVendenElPaís.
Del gobierno, al domingo en la noche, solo se había pronunciado el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien desde Mocoa dijo que “al gobierno no le sorprendió la carta ni la reunión”.
El Movimiento Voces de Paz, que representa a las Farc en el Congreso, fue mucho más crítico. El vocero Jairo Estrada calificó el contenido del texto como “penoso”, “inadmisible” y “sarta de falsedades”.
Lo único cierto es que Uribe hace hoy lo mismo por lo que Piedad Córdoba fue sancionada y por el cual se le quitó su investidura de congresista. La pregunta: ¿Debe correr la misma suerte y ser procesado y sancionado el senador Uribe por traición a la patria?