Política
Uribismo lidera la “marcha por la democracia” en medio de su más grande crisis interna

Todo tipo de críticas y voces de protesta ha desatado el llamado de Álvaro Uribe y su partido político Centro Democrático a marchar este 1 de abril por la “defensa de la democracia”. Paradójicamente el ‘uribismo’ sufre internamente su más cruda crisis en materia política y judicial, por lo que la opinión pública califica la protesta como un acto de “cinismo”.
“Vamos a la calle” es el lema con el que los seguidores de Uribe planean marchar en distintas ciudades del país. El propio líder del Centro Democrático explicó a través de sus redes sociales las razones por las que se protestará y calificó al evento como un “coscorrón en defensa de la democracia”.
La situación económica, el escándalo de Odebrecht que ha salpicado al gobierno Santos, el acuerdo de paz con las FARC, la decisión de la Corte Constitucional sobre el plebiscito y la justicia transicional son algunas de las inconformidades con las que ya se están organizando marchas en Bucaramanga, Armenia, Villavicencio, Neiva, Bogotá, Cali, Cúcuta, Valledupar, Cartagena y Pereira.
“Por primera vez en muchos años en 2016 la economía redujo en 3,6% la agregación de activos productivos, o formación bruta de capital… Santos cree tener derecho a que el pueblo acepte la corrupción de su Gobierno. Sabido era que con miles de millones de contratos oficiales ganaron la elección de 2014 y se suman los sobornos de Odebrecht”, dijo el senador.
“Un burro hablando de orejas”
Analistas políticos han expresado que con los acuerdos de paz con las FARC y eventualmente con el ELN, al principal partido opositor al gobierno Santos se le acabó el discurso de la guerra. Por eso intentan recargarse con uno nuevo, el de la anticorrupción, un tema que se ha convertido de seis meses para acá como el más sensible para la opinión pública, según la encuesta bimensual de Gallup.
Por eso, a menos de un año de las elecciones parlamentarias, el ‘uribismo’ intenta ponerse a tono con la realidad del país y consigna en su bandera política la lucha contra la corrupción. Infortunadamente los principales líderes políticos del Centro Democrático, entre ellos el mismo Uribe, tienen sentencias, acusaciones judiciales y cuestionamientos políticos, lo que deja en claro que a esta colectividad no le queda bien promover un tema que se le ha convertido en su propio karma.
Sabas Pretelt de la Vega, Alberto Velásquez, Bernando Moreno, Diego Palacio, Andrés Felipe Arias, Jorge Noguera, María del Pilar Hurtado, Mario Uribe y Mauricio Santoyo, protagonizaron sonados escándalos como el de la ‘Yidispolítica’, las chuzadas del DAS y Agro Ingreso Seguro. Todos ellos ya fueron condenados.
Entre la lista de los más cercanos a Uribe que tienen o que tuvieron líos con la justicia están Fernando Londoño Hoyos, Luis Carlos Restrepo, José Obdulio Gaviria, Cesar Mauricio Velásquez, Luis Alfonso Hoyos, Flavio Buitrago y Edmundo del Castillo.
También los líderes del primer anillo de amigos del fundador del Centro Democrático están penando su propio infierno. Oscar Iván Zuluaga con el escándalo Odebrecht; Tomás y Jerónimo encartados con el ‘zar de la chatarra’ y los favorecidos negocios gracias al gobierno de su padre; Juan Carlos Vélez, quien tuvo que irse del partido por revelar la campaña sucia del “No” en el plebiscito y Juan Carlos Uribe, hermano del expresidente, por respaldar grupos paramilitares.
“En río revuelto…”
La marcha anticorrupción contra el gobierno de Juan Manuel Santos, ante el difícil panorama político-judicial del partido de Álvaro Uribe, sin duda le favorecerá a la campaña presidencial del exprocurador Alejandro Ordóñez.
La marcha llevó al propio Ordóñez a adelantar parte de su estrategia política, según conoció Cauca Extremo! Por ejemplo, ya están definidos los exsenadores conservadores José Darío Salazar y Eduardo Enríquez Maya y el exprocurador para las regiones, Carlos Augusto Mesa, dentro del Comité Político. También fue definido el santandereano Fernando Marín Valencia, hermano de Rafael y Sergio Marín Valencia, los directivos de la constructora Marval, como financiador.
En tal sentido, la marcha anticorrupción será el trampolín político del anulado exprocurador para lanzar su aspiración a la presidencia, sin embargo los analistas también le achacan a éste su omisión en las investigaciones y posteriores sanciones a los funcionarios del gobierno Uribe por el escándalo de Odebrech, considerándolo como un “tú me ayudas, yo te ayudo”.
La denominada marcha del “cinismo” o del “coscorrón en defensa de la democracia” no deja de ser una actividad proselitista que en nada va a generar soluciones a la difícil situación del país por culpa de la corrupción.